Niños con déficit de atención e hiperactividad


11 Jun. 2023
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¿Tienes niños con TDAH? Entonces este artículo puede serte útil. El TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es un trastorno neurológico que afecta a muchos niños en ...

¿Sospechas que tu niño o niña puede estar afectado por TDAH? Entonces este artículo puede serte útil.

El TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es un trastorno neurológico que afecta a muchos niños en todo el mundo. Se caracteriza comúnmente por un patrón persistente de impulsividad, falta de atención e hiperactividad. Aunque estos síntomas pueden ser comunes en muchos niños, en los niños con TDAH son más graves y persistentes. A menudo, estos síntomas pueden interferir con el rendimiento académico y social del niño debido a las dificultades para concentrarse, mantenerse organizados y completar tareas. También pueden ser hiperactivos y tener problemas para mantenerse quietos. Los síntomas del TDAH suelen aparecer durante la infancia y pueden persistir hasta la edad adulta.

Identificar los síntomas del TDAH en los niños desde temprana edad puede ser clave para proporcionarles el apoyo y tratamiento adecuados.

¿Cómo identificar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad en los niños desde pequeños?

Aunque los síntomas pueden variar de un niño a otro, hay algunos signos bastante comunes que pueden ayudar a identificar el TDAH en los niños desde pequeños:

Hiperactividad

  • Incapacidad para permanecer sentado durante períodos de tiempo cortos
  • Correr y saltar en exceso, especialmente en momentos inapropiados
  • Tocar todo lo que encuentran y moverse constantemente

Impulsividad

  • Interrumpir a otros cuando hablan o jugar demasiado brusco
  • No esperar su turno y tener dificultades para seguir las reglas
  • Actuar sin pensar en las consecuencias

Falta de atención

  • Dificultad para prestar atención a los detalles y realizar tareas complejas
  • Perder cosas con frecuencia y tener problemas para mantenerse organizado
  • Ser distraído fácilmente y tener dificultades para seguir una conversación
Niños con déficit de atención e hiperactividad

Si sospechas que tu hijo tiene TDAH, es importante hablar con su médico o pediatra. Ellos pueden hacer una evaluación completa y proporcionar recomendaciones para el tratamiento. Algunas de las opciones de tratamiento para el TDAH incluyen terapia la medicación, la terapia conductual y cambios en los estilos de vida (pasando a un régimen de alimentación saludable y actividad física regular).

¿Por qué algunos niños son más propensos al TDAH? ¿Cuáles son las causas más frecuentes?

Causas genéticas: Se cree que la genética juega un papel importante en el desarrollo del TDAH. Varios estudios han demostrado que el trastorno tiende a ser hereditario, lo que significa que, si uno o ambos padres tienen el trastorno, es más probable que sus hijos también lo tengan. Se estima que entre el 70% y el 80% de los casos de TDAH tienen un componente genético.

Problemas en el desarrollo cerebral: El TDAH también puede estar relacionado con problemas en el desarrollo cerebral. Los estudios han demostrado que los niños con TDAH tienen áreas del cerebro que se desarrollan más lentamente que los niños sin el trastorno. Estas áreas incluyen la corteza prefrontal, que controla la atención y la toma de decisiones, y la amígdala, que regula las emociones.

La ingestión de sustancias tóxicas durante la etapa prenatal, la etapa de bebé o la primera infancia también puede aumentar el riesgo de TDAH. Algunas de estas sustancias incluyen el plomo, el mercurio y el alcohol. Los estudios han demostrado que los niños expuestos a niveles elevados de estas sustancias tienen un mayor riesgo de desarrollar TDAH.

Problemas en el estilo de vida: El estilo de vida también puede influir en el riesgo de TDAH. Los niños que no reciben una nutrición adecuada o que tienen una dieta rica en azúcares y grasas procesadas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el trastorno. La falta de actividad física y el sedentarismo también pueden contribuir al riesgo de TDAH.

Problemas emocionales y ambientales: El estrés, la ansiedad y los problemas emocionales pueden aumentar el riesgo de TDAH. Los niños que han experimentado traumas o eventos estresantes, como la muerte de un ser querido o un divorcio de los padres, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el trastorno. Además, un ambiente familiar conflictivo o caótico también puede contribuir al riesgo de TDAH.

Diagnóstico y tratamiento del TDAH

El primer paso en el diagnóstico del TDAH en niños hiperactivos es una evaluación completa de los síntomas. El médico o profesional de la salud mental realizará una revisión detallada del historial médico y familiar del niño, así como una evaluación de los síntomas actuales.

Es posible que se requiera la observación del niño en el aula o en otro ambiente social para evaluar su comportamiento y su capacidad para concentrarse y completar tareas. Además, se pueden utilizar pruebas estandarizadas para medir la capacidad de atención y la impulsividad del niño.

Es importante que los padres y cuidadores estén preparados para proporcionar información detallada sobre los síntomas del niño, incluyendo cuándo comenzaron y cómo han afectado la vida diaria del niño.

Una vez que se ha realizado el diagnóstico de TDAH en un niño hiperactivo, se puede desarrollar un plan adecuado para su tratamiento. Afortunadamente, hay varios tratamientos efectivos disponibles para ayudar a los niños con TDAH a manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida. Entre los más comunes hay que mencionar la medicación, la terapia conductual y los cambios en el estilo de vida, que incluyen el establecimiento de un régimen de alimentación saludable y la práctica regular de actividad física.

Una de las opciones de tratamiento más comunes para el TDAH en niños es la medicación. Existen dos tipos principales de medicamentos para el TDAH en niños: los anfetaminas y el metilfenidato. Las anfetaminas, como la dextroanfetamina y el lisdexanfetamina, son estimulantes que trabajan aumentando los niveles de dopamina en el cerebro y mejorando la capacidad de atención, al tiempo que reducen los síntomas de hiperactividad e impulsividad.

El metilfenidato, por otro lado, trabaja de manera similar a las anfetaminas, pero tiene un mecanismo de acción ligeramente diferente. El metilfenidato también aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, pero lo hace bloqueando la recaptación de dopamina en las neuronas, lo que resulta en una mayor disponibilidad de dopamina en el cerebro.

Aunque los medicamentos para el TDAH pueden ser efectivos, también pueden tener efectos secundarios. Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen pérdida de apetito, problemas para dormir, dolor de cabeza y dolor de estómago. También pueden producir efectos secundarios más graves, como cambios en el ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial y problemas hepáticos.

Es importante trabajar con un médico o profesional de la salud mental para encontrar el medicamento y la dosis adecuados para el niño y controlar el proceso del tratamiento. Además, es importante seguir de cerca los efectos secundarios y asegurarse de que el niño esté siendo monitoreado regularmente. Si se presentan efectos secundarios graves o preocupantes, es importante hablar con el médico de inmediato para adecuar el tratamiento cuanto antes o evaluar otras alternativas.

Otra opción de tratamiento efectiva para el TDAH en niños es la terapia conductual. La terapia conductual puede ayudar a los niños a aprender habilidades para manejar sus síntomas y mejorar su comportamiento. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, puede ayudar a los niños a desarrollar estrategias para manejar el estrés y mejorar su capacidad para resolver problemas.

Además, los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a los niños con TDAH a manejar sus síntomas. Una dieta saludable y equilibrada puede desempeñar un papel importante en la gestión de los síntomas del TDAH. Algunos estudios han encontrado que los niños con TDAH tienen deficiencias de nutrientes, como hierro, magnesio y ácidos grasos Omega 3.

Alimentos que pueden ayudar a mejorar los síntomas del TDAH

Alimentos ricos en hierro: El hierro es esencial para el óptimo desarrollo cerebro y las funciones cerebrales. Los alimentos ricos en hierro incluyen carne roja, pollo, pescado, frijoles y espinacas.

Alimentos ricos en magnesio: El magnesio ayuda a regular las funciones cerebrales y a mantener la calma. Los alimentos ricos en magnesio incluyen nueces, semillas, frijoles y espinacas.

Alimentos ricos en proteínas: La proteína ayuda a mantener niveles estables de azúcar en la sangre y a mantener la energía. Los alimentos ricos en proteínas incluyen carne, pollo, pescado, frijoles y nueces.

Frutas y verduras: Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales esenciales que contribuyen también al buen funcionamiento cerebral.

Alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3: Los ácidos grasos omega-3 son también claves para el desarrollo y la función cerebral adecuados. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 incluyen pescado, nueces y semillas.

Vamos a detenernos aquí para conocer un poco mejor la conexión entre el Omega 3 y el TDAH.

El cerebro humano está compuesto en gran parte por grasas, incluidos los ácidos grasos esenciales Omega 3 y Omega 6. Se ha demostrado que los ácidos grasos esenciales juegan un papel crucial en el desarrollo y la función cerebral, incluyendo la comunicación entre células cerebrales, la memoria y la atención. Dado que el TDAH está asociado con la disfunción en la atención y la memoria, algunos investigadores han estudiado el papel de los ácidos grasos esenciales en el tratamiento del trastorno.

Un estudio realizado por investigadores del King’s College de Londres y la Universidad de Medicina de China en Taichung, Taiwán y publicado en la revista Translational Psychiatry en noviembre de 2019 encontró que los suplementos de aceite de pescado ricos en Omega 3 mejoran la atención entre los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con bajos niveles de Omega-3 en la sangre.

Los investigadores encontraron que los niños con los niveles sanguíneos más bajos de EPA mostraron mejoras en el enfoque de atención y vigilancia después de tomar los suplementos de Omega-3 y en tal sentido señalan que sus resultados aportan un enfoque de Medicina personalizada a la Psiquiatría al demostrar que el Omega-3 funciona para algunos niños con TDAH.

Sin embargo, estas mejoras no se vieron en niños con niveles sanguíneos normales o altos de EPA. Además, para aquellos niños con alta preexistencia de EPA en la sangre, los suplementos de Omega-3 tuvieron un efecto negativo en los síntomas de impulsividad, por lo que se requieren aún más estudios en tal dirección y los investigadores advierten que los padres deben consultar con profesionales médicos antes de optar por dar suplementos de Omega-3 a sus hijos.

En agosto de 2017 se publicó en la revista Journal of Lipids una revisión sistemática de 16 ensayos controlados aleatorios realizada por Derbyshire E. Los ensayos incluyeron un total de 1514 niños y jóvenes con TDAH que fueron asignados a recibir una intervención con omega-3/6 o un placebo.

De los estudios identificados, 13 informaron beneficios favorables sobre los síntomas del TDAH, incluidas mejoras en la hiperactividad, la impulsividad, la atención, el aprendizaje visual, la lectura de palabras y la memoria de trabajo a corto plazo. La suplementación con Omega 3 se mostró prometedora como terapia complementaria a los medicamentos tradicionales, reduciendo la dosis y mejorando el cumplimiento de medicamentos como el metilfenidato.

Una revisión sistemática y meta-análisis de ensayos clínicos y estudios biológicos publicada en Neuropsychopharmacology en febrero de 2018 que examinó los efectos de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en los síntomas clínicos y el rendimiento cognitivo en niños y adolescentes con TDAH y concluyó que la suplementación con ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 mejora los síntomas clínicos y el rendimiento cognitivo en niños y adolescentes con TDAH, y que estos jóvenes tienen una deficiencia en sus niveles de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3.

Los autores del estudio sugieren que sus hallazgos proporcionan un mayor apoyo a la justificación del uso de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 como una opción de tratamiento para el TDAH.

Sin embargo, no todos los estudios han encontrado beneficios claros del Omega 3 en el tratamiento del TDAH. Un meta-análisis publicado en la revista JAMA Pediatrics encontró que, aunque algunos estudios sugieren que los suplementos de Omega 3 pueden tener un efecto beneficioso sobre los síntomas del TDAH, se necesitan más estudios para determinar su efectividad.

¿Cómo tomar Omega 3 para el TDAH?

Si bien los suplementos de Omega 3 pueden ser útiles para algunas personas con TDAH, es importante tener en cuenta que no todos los suplementos son iguales. Es importante buscar suplementos de la mayor concentración o pureza (≈ 90%) que contengan EPA y DHA, ya que estos son los ácidos grasos esenciales que parecen tener el mayor beneficio para la salud cerebral.

Se recomienda que los niños y adultos con TDAH consuman al menos 1 gramo de Omega 3 al día. Esto puede ser a través de una combinación de suplementos de aceite de pescado y de la dieta. Las fuentes dietéticas de Omega 3 incluyen pescados grasos como el salmón, la caballa y el atún, así como semillas de lino, nueces y ciertas verduras de hoja verde.

Aunque el Omega 3 es generalmente seguro cuando se consume en cantidades moderadas, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves, como dolor abdominal, diarrea y náuseas. También es importante tener en cuenta que el Omega 3 puede interactuar con algunos medicamentos, como los anticoagulantes.

Es importante hablar con un médico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento de Omega 3, especialmente si se están tomando medicamentos para el TDAH, para asegurarse de que sea seguro y apropiado para su hijo(a).

Alimentos que deben evitar los niños con TDAH

Azúcar: El azúcar puede provocar cambios en los niveles de azúcar en la sangre y empeorar los síntomas del TDAH.

Aditivos alimentarios: Los aditivos alimentarios, como los colorantes y conservantes, pueden provocar reacciones adversas en algunos niños con TDAH.

Por otra parte, fomentar la actividad física regular y el tiempo al aire libre para adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a los niños a liberar energía y reducir los síntomas de hiperactividad. Asegúrate de que tu hijo tenga tiempo suficiente para actividades al aire libre y ejercicio físico. Los deportes individuales como el karate pueden ser especialmente útiles para enseñar el autocontrol y la concentración. También puede ser útil involucrarlo en otros deportes y otras actividades físicas que disfrute.

actividad física y TDAH

Además de los tratamientos convencionales para el TDAH, existen varias terapias alternativas que pueden ser beneficiosas para los niños hiperactivos. Aunque es importante tener en cuenta que no todos los tratamientos alternativos han sido rigurosamente estudiados y algunos pueden no tener una base científica sólida, muchos padres han informado que estos tratamientos alternativos han sido útiles para sus hijos.

Estas son algunas de las terapias alternativas más comunes para el TDAH en niños hiperactivos:

Acupuntura: La acupuntura es una técnica de medicina alternativa que implica la inserción de agujas delgadas en la piel en puntos específicos del cuerpo. Se ha demostrado que la acupuntura es efectiva para reducir los síntomas del TDAH en algunos niños hiperactivos.

Masaje: El masaje puede ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la hiperactividad en algunos niños con TDAH.

Yoga y meditación: Estas prácticas pueden ser útiles para reducir el estrés y la ansiedad en niños hiperactivos. El yoga es una forma efectiva de ayudar a los niños a concentrarse y relajarse. Las posturas de yoga pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y la coordinación, así como la atención.

Terapia del arte: La terapia del arte puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés en algunos niños hiperactivos, al mismo tiempo que les permite expresarse de manera creativa.

¿Cómo apoyar a los niños con TDAH en la casa y la escuela?

Para los niños hiperactivos diagnosticados con TDAH, la casa y la escuela pueden ser lugares desafiantes. Pero hay muchas cosas que padres y maestros pueden hacer para ayudar a estos niños a tener éxito y a mantenerse enfocados, entre ellas:

Establecer una rutina diaria: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para mantenerse organizados y realizar tareas en un horario regular. Establecer una rutina diaria puede ayudar a tu hijo a mantenerse enfocado y organizado. Asegúrate de incluir en su rutina diaria tiempo para tareas escolares, tiempo libre y tiempo para actividades físicas.

Ayudar con las tareas escolares: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para concentrarse y completar las tareas escolares. Puedes ayudar a tu hijo dividiendo las tareas en partes más pequeñas y proporcionando un espacio tranquilo para trabajar. También puedes ofrecer incentivos (no materiales ni monetarios) para ayudar a mantener la motivación. Celebrar y recompensar los logros y progresos del niño puede ayudar a mantener su motivación y autoestima.

Utilizar herramientas de apoyo: Hay muchas herramientas de apoyo disponibles para los niños con TDAH. Estos incluyen agendas, recordatorios visuales y aplicaciones de organización. Asegúrate de explorar las opciones disponibles y encontrar las herramientas que funcionen mejor para tu hijo.

Proporcionar un ambiente tranquilo: Los niños con TDAH son fácilmente distraídos por los ruidos y la actividad en su entorno. Los distractores, como la televisión y los videojuegos, pueden hacer que sea más difícil para ellos concentrarse en las tareas escolares y otras actividades. Limita el tiempo que tu hijo pasa viendo televisión y jugando videojuegos y asegúrate de proporcionar un ambiente tranquilo y libre de distracciones puede ayudarles a concentrarse.

Utilizar técnicas de aprendizaje multisensorial: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para procesar la información auditiva o visual. El uso de técnicas de aprendizaje multisensorial, como el aprendizaje práctico y la manipulación de objetos, puede ayudar a estos niños a aprender y retener información de manera más efectiva.

Proporcionar descansos regulares: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para mantener la atención durante largos períodos de tiempo. Proporcionar descansos regulares y permitir que el niño se levante y se mueva puede ayudar a mantener su atención y reducir su inquietud.

Comunicación abierta: Es importante mantener una comunicación abierta y frecuente entre los padres del niño y sus maestros y cada uno de estos con el niño. Compartir información sobre el progreso del niño y trabajar juntos para desarrollar un plan de tratamiento efectivo puede ser muy beneficioso para èl.

Brindar apoyo emocional y social: Los niños con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus emociones y para interactuar socialmente. Brindar apoyo emocional y social y trabajar con el niño para desarrollar habilidades sociales puede ayudarle a tener éxito en la escuela y en la vida.

Participar en actividades y juegos para mejorar su atención y habilidades sociales: Existen muchas otras formas divertidas de mejorar la concentración y las habilidades sociales de los niños hiperactivos con TDAH. Entre las actividades y juegos que padres y maestros pueden utilizar para ayudar a los niños a mejorar su atención y habilidades sociales, podemos mencionar las siguientes:

niños con TDAH

Juego de las diferencias: Este juego consiste en buscar las diferencias entre dos imágenes. Los niños deben prestar atención a los detalles y encontrar todas las diferencias lo más rápido posible. Este juego también mejora la habilidad de los niños para comparar y contrastar.

Juegos de memoria: Los juegos de memoria son un clásico que nunca pasan de moda. Para jugar, se necesita un juego de cartas de memoria. Los niños deben prestar atención a las cartas y recordar dónde se encuentran las parejas.También se puede utilizar el clásico juego de hallar las diferencias entre dos imágenes aparentemente iguales. En la actualidad existen muchas opciones para entrenar la memoria jugando.

Juego de seguir la pista: Este juego consiste en seguir una serie de pistas para encontrar un tesoro escondido. Los niños deben prestar atención a las pistas y seguir las instrucciones para encontrar el tesoro. Este juego también mejora la habilidad de los niños para seguir instrucciones.

Juegos de equilibrio: Los juegos de equilibrio son una excelente manera de mejorar la coordinación y la concentración de los niños. Algunos ejemplos de juegos de equilibrio incluyen caminar sobre una cuerda floja o intentar mantener el equilibrio en una pelota de yoga.

Baile: El baile es otra actividad de movimiento divertida que puede ayudar a los niños a mejorar su concentración. El baile puede ayudar a mejorar la coordinación y la memoria.

Juegos de mesa: Los juegos de mesa son una excelente forma de mejorar las habilidades sociales de los niños. Muchos juegos de mesa requieren que los niños se comuniquen y colaboren entre ellos para ganar el juego. Otros, como el ajedrez, ayudan a mejorar la concentración y el diseño de estrategias para conseguir un objetivo.

Juego de roles: El juego de roles es otra actividad social divertida que puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales. Los niños pueden asumir diferentes roles y practicar habilidades sociales como la empatía y la resolución de conflictos.

Juegos de construcción: Los juegos de construcción, como los bloques o los legos, pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades espaciales y la capacidad de seguir instrucciones.

Juegos de computadora: Algunos juegos de computadora diseñados específicamente para niños con TDAH pueden ayudar a mejorar la atención y la memoria de trabajo. Aquí quisiera mencionar el caso de Sincrolab, una plataforma de entrenamiento basada en Inteligencia Artificial, dirigida a la recuperación y el desarrollo de las capacidades cognitivas en pacientes con trastornos del desarrollo y trastornos neurológicos. Es un sistema de estimulación personalizado, adaptativo y validado científicamente.

Participar en actividades de voluntariado: Las actividades de voluntariado son una excelente manera de ayudar a los niños con TDAH, ya que les proporciona una oportunidad para desarrollar habilidades sociales y emocionales, mejorar su autoestima y confianza, y aprender nuevas habilidades. Además, el voluntariado puede ayudar a los niños con TDAH a encontrar un sentido de propósito y significado en su vida.

Algunos de los beneficios de las actividades de voluntariado incluyen:

Desarrollo de habilidades sociales: El voluntariado puede ayudar a los niños con TDAH a desarrollar habilidades sociales importantes, como la comunicación efectiva, la colaboración y el trabajo en equipo.

Mejora de la autoestima y confianza: El voluntariado puede ayudar a los niños con TDAH a sentirse más seguros de sí mismos y a desarrollar una mayor autoestima.

Aprendizaje de nuevas habilidades: El voluntariado puede proporcionar a los niños con TDAH una oportunidad para aprender nuevas habilidades y desarrollar intereses.

Sentido de propósito y significado: El voluntariado puede ayudar a los niños con TDAH a encontrar un sentido de propósito y significado en su vida.

Existen diversas actividades de voluntariado adecuadas para niños con TDAH, por ejemplo:

Ayudar en un refugio de animales: Los niños pueden ayudar a cuidar de los animales en un refugio, proporcionando comida y agua, limpiando jaulas y ofreciendo atención y afecto.

Participar en proyectos de limpieza y mantenimiento comunitarios: Los niños pueden ayudar a limpiar parques, recoger la basura y plantar árboles y flores.

Ayudar en una organización sin fines de lucro: Los niños pueden ayudar en una organización sin fines de lucro, como un banco de alimentos o una organización benéfica, clasificando y empaquetando alimentos y suministros o ayudando en comedores sociales.

Ayudar a vecinos de la comunidad: Los niños pueden ayudar a sus vecinos mayores con tareas sencillas como llevar la compra o limpiar su jardín.

Participar en campañas de recaudación de fondos: Los niños pueden involucrarse en campañas de recaudación de fondos para apoyar a organizaciones benéficas y sin fines de lucro. Esto les puede ayudar a desarrollar habilidades de comunicación y persuasión, así como a aprender sobre la importancia de la filantropía.

Participar en programas de mentoría: Los niños pueden participar en programas de mentoría que les brinden la oportunidad de aprender de mentores experimentados y adquirir nuevas habilidades. Esto les puede ayudar a desarrollar una base sólida de conocimientos y habilidades que pueden aplicar en el futuro.

Participar en proyectos de sostenibilidad: Los niños pueden participar en proyectos de sostenibilidad, como la construcción de jardines comunitarios o la recolección de residuos en la playa. Estas actividades pueden ayudarles a comprender la importancia de cuidar el medio ambiente y a desarrollar habilidades prácticas relacionadas con la sostenibilidad.

Sin embargo, es importante tomar algunas precauciones antes de permitir que un niño con TDAH participe en actividades de voluntariado:

La actividad debe ser adecuada para la edad y las habilidades del niño.

El niño debe estar preparado emocionalmente para la actividad.

Debe haber siempre un adulto responsable que supervise al niño durante la actividad.

Se debe tener preparado un plan de respaldo en caso de que el niño se sienta abrumado o necesite un descanso.

Por último, aprende todo lo que puedas sobre el TDAH: cuanto más sepas sobre el TDAH, más preparado estarás para manejar la situación. Lee libros, artículos y otros recursos para padres de niños con TDAH.

Conclusiones

El TDAH es un trastorno común que afecta a muchos niños en todo el mundo. Si bien las causas subyacentes del trastorno siguen siendo objeto de estudio, se cree que una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de TDAH. Es importante que los padres y los cuidadores estén atentos a los síntomas del trastorno y busquen la ayuda adecuada para sus hijos.

Identificar los síntomas del TDAH en los niños desde temprana edad puede ser clave para proporcionarles el apoyo y tratamiento adecuados. Si sospechas que tu hijo tiene TDAH, es importante hablar con su médico o pediatra para obtener una evaluación completa y recibir recomendaciones para el tratamiento. El diagnóstico del TDAH en niños hiperactivos implica una evaluación completa de los síntomas y el historial médico y familiar del niño. Los padres y cuidadores deben estar preparados para proporcionar información detallada a fin de que el profesional de la salud pueda desarrollar un plan adecuado para su tratamiento.

Existen varias opciones de tratamiento efectivas para los niños con TDAH, incluyendo la medicación, la terapia conductual y los cambios en el estilo de vida, adoptando una alimentación saludable y la práctica sistemática de ejercicios físicos.

Recuerda que cada niño es diferente y puede tener necesidades dietéticas y de tratamiento únicas. Es importante trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y efectivo para el niño y asegurarse de que se esté monitoreando regularmente su progreso.

Y tú, ¿has conseguido un tratamiento efectivo para tu hijo(a)? ¿Qué tipo de tratamiento le ha funcionado mejor? ¿Has probado todas las alternativas? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios! Puede serle muy útil a otros padres de niños con TDAH ¡Gracias!

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