Educar en familia, sí, pero apropiadamente


08 Ene. 2023
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Educar en familia apropiadamente es una necesidad crucial para propiciar el óptimo desarrollo personal y profesional de los hombres y mujeres del mañana. Es un proceso que comienza en el ...

Educar en familia apropiadamente es una necesidad crucial para propiciar el óptimo desarrollo personal y profesional de los hombres y mujeres del mañana. La educación en familia es un proceso que comienza en el hogar (y en la comunidad) y que ponen en marcha los padres y otros familiares y personas de su entorno más cercano. Los padres son los primeros “maestros” en entrar en contacto con los niños y en proporcionarles, desde la etapa prenatal de su desarrollo, las primeras acciones educativas y, después de nacidos, también las primeras acciones formativas. En este artículo, vamos a hablar sobre la importancia, los beneficios y otros importantes aspectos de la educación familiar.

¿Por qué es importante aprender correctamente a educar en familia?

Educar en familia presupone la planificación, ejecución y control de acciones de educación (de valores y actitudes) y enseñanza (de conocimientos y habilidades) de los hijos, que deben llevar a cabo los padres o tutores legales en el hogar, desde la etapa prenatal de su desarrollo hasta la adultez. No se trata, de manera alguna, de un proceso fortuito, ni de «a ver qué tal se nos da».

Como iremos conociendo, los niños pueden desarrollar sus primeras habilidades, desde la etapa prenatal de su desarrollo, cuando aún están en el vientre de la madre, gracias a la comunicación y la estimulación sensorial que llevan a cabo los padres y otros miembros de la familia o personas de su entorno más próximo, con el feto. En la etapa de bebé desarrollan aún más su cerebro, aprenden sobre el mundo que les rodea y desarrollan muchas habilidades, moldean su carácter y fortalecen su cuerpo.

A medida que van creciendo y se adentran en la primera y luego en la segunda infancia van ampliando sus conocimientos y desarrollan habilidades académicas básicas, como la lectura, la escritura y el cálculo y otras relacionadas con el dibujo, la actividad física, la música, el baile, las manualidades, etc. Los padres juegan en esto un papel protagónico ya que pueden acelerar y afianzar este desarrollo mediante la sistematización de acciones cotidianas (en el hogar o fuera de este) como trabajar con libros infantiles (de cuentos, poesías, canciones o para colorear), ayudarles a realizar actividades manuales y jugar con ellos juegos que involucren el cálculo aritmético, el canto, el baile o alguna actividad física.

Y aquí hay algo sumamente importante que muchas veces se pasa por alto o no se le confiere la atención y el reconocimiento merecidos y es el hecho de que este tipo de actividades en familia, aparentemente triviales, contribuye significativamente a estrechar y fortalecer también los lazos afectivos con los hijos, su capacidad de controlar y manejar sus emociones y sus relaciones con los demás, lo que propicia que puedan estar mejor preparados emocionalmente para el futuro y desarrolla en ellos importantes habilidades sociales, de toma de decisiones y de manejo y solución de conflictos, al tiempo que contribuye también a la formación y trasmisión de valores y al desarrollo de actitudes positivas y constructivas, esenciales para sus vidas.

Pero, a su vez, cada una de estas actividades en familia constituye una oportunidad excepcional para los padres quienes no debieran subvalorarla, sino aprovecharla y explotarla al máximo, en primer lugar, por el óptimo desarrollo emocional y el bienestar de sus hijos, pero también por el grado de tranquilidad y armonía familiar que puede llegar proporcionar y lo llevadera que puede llegar a hacer la convivencia en el futuro el hecho de haber desarrollado oportunamente desde la infancia temprana la comunicación y la interacción afectiva con los hijos.

Más tarde, cuando dispongas de tiempo, puedes acceder a información adicional sobre estos temas en los sitios oficiales de Acción familiar, Educar es todo y Aprendemos juntos. Pero ahora, continuemos con nuestro artículo.

La importancia de fomentar una comunicación efectiva en la familia y cómo conseguirlo

educar en familia - comunicación efectiva

La comunicación es un elemento clave en cualquier relación humana, y esto no excluye las relaciones familiares. La comunicación efectiva en la familia puede ser una herramienta poderosa para fortalecer los vínculos afectivos entre sus miembros y prevenir o resolver problemas de convivencia. Entre sus principales beneficios podemos mencionar los siguientes:

  1. Mejora la relación y los lazos afectivos entre los miembros de la familia.
  2. Ayuda a prevenir o resolver conflictos de manera pacífica y constructiva.
  3. Fortalece la confianza y el respeto mutuo, propiciando un ambiente familiar más feliz y saludable.
  4. Ayuda a prevenir problemas emocionales y psicológicos en los niños.

Para conseguir una comunicación efectiva en la familia es imprescindible garantizar el cumplimiento de determinados preceptos:

  1. Establecer reglas claras sobre el uso de dispositivos electrónicos durante estos horarios.
  2. Practicar la escucha activa, es decir, escuchar con atención lo que dicen los demás, preguntar siempre que sea necesario para entender mejor los puntos de vista de los demás y no interrumpir mientras hablan.
  3. Ser respetuosos y pacientes, no juzgar ni culpar a los demás a priori, ser pacientes y comprensivos y aceptar las diferencias de opinión.
  4. Actuar con honestidad y transparencia, no ocultar sentimientos o emociones, hablar abiertamente, sin tapujos ni restricciones, sobre los problemas.
  5. Resolver conflictos de manera pacífica y constructiva, trabajar juntos para encontrar soluciones y enfocarse en solucionar el problema en lugar de atacar a la persona.
  6. Contribuir a que la comunicación sea divertida, participar en actividades conjuntas que fomenten la comunicación e intentar conocer mejor a los demás, sus virtudes, sus problemas y buscar el acercamiento.

¿Cómo organizar adecuadamente la educación en familia?

Educar en familia puede ser una experiencia enriquecedora tanto para los niños como para los padres y, si se quieren aprovechar al máximo sus potencialidades, los padres debieran planear con antelación y de manera coordinada las actividades y acciones que van a desarrollar como equipo para conseguir los objetivos que se hayan trazado. Para ello sería conveniente considerar algunas cuestiones básicas:

El estilo de crianza

El estilo de crianza que los padres eligen puede tener un gran impacto en su autoestima, su capacidad para tomar decisiones y su bienestar emocional. Por eso, una de las primeras decisiones a tomar es qué estilo de crianza se va a aplicar.

Uno de los estilos de crianza más comunes es el estilo autoritario, un enfoque que se centra en el control y la imposición de reglas estrictas. Los padres que siguen este estilo de crianza no permiten que los niños cuestionen su autoridad y esperan obediencia total. A menudo, los padres que usan este enfoque son muy estrictos y exigen disciplina y conformidad en todo momento.

El estilo autoritario aplicado en la educación familiar puede tener varios efectos negativos en los niños. Los niños que son criados bajo este enfoque pueden experimentar baja autoestima y tener dificultades para tomar decisiones por sí mismos. También pueden tener dificultades para establecer relaciones saludables y satisfactorias con sus padres.

Además, los niños criados con un estilo autoritario pueden tener dificultades para desarrollar habilidades sociales y emocionales. Pueden tener problemas para regular sus emociones y pueden ser menos empáticos con los demás. También pueden tener dificultades para resolver conflictos y enfrentar situaciones difíciles.

Es preciso ¡y posible! cambiar este enfoque y fomentar una crianza más saludable y respetuosa. Para ello es importante que los padres comprendan las necesidades emocionales de sus hijos, fomenten la independencia y la toma de decisiones, expliquen con claridad y sentido común las metas y los límites que van a establecer y los apliquen justa y equitativamente, se comunique de manera respetuosa con sus hijos, practiquen la empatía y la compasión y busquen ayuda profesional si es necesario.

Otro estilo de crianza muy popularizado es el estilo permisivo que se caracteriza por un enfoque no restrictivo y tolerante hacia los niños. En este estilo, los padres evitan imponer reglas o límites claros a sus hijos y, en cambio, permiten que los niños hagan lo que quieran. El objetivo de este enfoque es permitir que los niños tomen sus propias decisiones y desarrollen su independencia, sin ser reprimidos por sus padres.

El estilo permisivo tiene algunos aspectos positivos que lo hacen atractivo para muchos padres. Al permitir que los niños tomen sus propias decisiones, se les da la oportunidad de desarrollar su independencia y autoestima. Además, este enfoque puede ayudar a crear un ambiente familiar más relajado y sin tensiones, lo que puede tener un impacto positivo en el bienestar emocional de los niños.

Sin embargo, el estilo permisivo también puede tener consecuencias negativas para los niños a corto, mediano y largo plazos. La falta de límites claros puede llevar a los niños a sentirse inseguros e inciertos sobre lo que se espera de ellos, puede confundirlos en el proceso de identificación y cumplimiento de sus responsabilidades. Además, los niños que son criados en un ambiente permisivo pueden tener dificultades para establecer límites y tomar decisiones en su vida adulta.

También pueden tener dificultades para manejar la frustración y la adversidad, ya que no han desarrollado habilidades para hacer frente a situaciones difíciles. Pueden tener dificultades para relacionarse con otras personas, ya que no han podido desarrollar habilidades de autorregulación y pueden tener problemas para entender y respetar los límites de los demás. Estos problemas pueden afectar la vida de los niños en su vida adulta, incluyendo sus relaciones interpersonales, su carrera profesional y su bienestar emocional.

Es importante modificar este enfoque y que los padres encuentren un equilibrio entre el estilo permisivo y otros estilos de educación. Para ello es necesario establecer límites claros y consecuencias para el comportamiento inapropiado, fomentar la independencia y responsabilidad de sus hijos al permitirles tomar decisiones sobre su vida y apoyarlos en su desarrollo emocional y social.

Los padres deben comunicarse claramente con sus hijos, explicarles lo que se espera de ellos y deben brindarle orientación y apoyo siempre que sea necesario. Mantener un equilibrio saludable en el enfoque educativo, puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales y sociales que los prepararán para una vida adulta saludable y satisfactoria.

Por último, hay que destacar el estilo democrático que se basa en la participación activa de todos los miembros de la familia, fomentando el diálogo y la toma de decisiones conjunta, otorgando a todos los miembros de la familia voz y voto por igual en las decisiones importantes.

estilo democrático

Bajo el enfoque democrático los padres no toman decisiones por su cuenta, sino que trabajan de conjunto con sus hijos en la búsqueda de alternativas de solución para llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.

Este estilo se basa en la comunicación abierta y sincera, lo que ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades sociales y de comunicación. Padres e hijos hablan abiertamente sobre sus necesidades y preocupaciones de manera clara, los niños pueden hablar con sus padres sobre cualquier cosa y trabajan juntos para encontrar soluciones. Consecuentemente los niños aprenden a tomar decisiones y a asumir responsabilidades acordes a su edad, como hacer su cama o ayudar a poner la mesa. Esto les ayuda a desarrollar su independencia y a convertirse en adultos responsables.

Todos los miembros de la familia se respetan mutuamente y valoran las opiniones de los demás. Los niños aprenden a respetar las decisiones de sus padres, y los padres a su vez valoran las opiniones de sus hijos.

Los padres son coherentes y consistentes en su enfoque y aplican el estilo democrático en todas las situaciones sin cambiar las reglas a mitad del camino. Fomentan la autoestima y la confianza de sus hijos, elogian sus logros y los apoyan en sus desafíos.

Bajo este enfoque se hace, sencillamente, lo que se debe hacer.

Establecer metas y objetivos claros

Es muy importante establecer metas y objetivos claros para la educación en familia. Los padres deben identificar las competencias esenciales (conocimientos, habilidades, valores y actitudes) que quieren fomentar en sus hijos y establecer un plan con un mínimo de acciones para lograr estos objetivos.

Crear un ambiente de aprendizaje en el hogar

Hay que crear un ambiente de aprendizaje en el hogar que sea cómodo y acogedor para los niños. Los padres pueden establecer un espacio de estudio dedicado y proporcionar los recursos necesarios para el aprendizaje, como libros, materiales de escritura y tecnología educativa. Esto aplica también para los juegos de mesa que se van a utilizar como parte del plan.

Es recomendable establecer un horario y una rutina para realizar en casa cada una de estas actividades. De esta manera, los niños sabrán que hay un momento específico para el aprendizaje y se crearán hábitos que les permitirán ser más eficientes.

La tecnología suele ser una gran aliada para potenciar la educación en familia. Hay una gran variedad de aplicaciones, programas y herramientas en línea que pueden ayudar a los niños a aprender de manera más efectiva. Sin embargo, es importante establecer límites y supervisar el uso de la tecnología para asegurarse de que sea utilizado de manera responsable.

Los padres deben servir de ejemplo y de modelo a seguir para sus hijos en el aprendizaje. Si los niños ven que los padres están interesados en aprender cosas nuevas, es más probable que ellos también estén motivados para aprender. Los padres deben también demostrar entusiasmo y curiosidad por el aprendizaje, y estar dispuestos a aprender juntos con sus hijos.

Planificar actividades educativas

Los padres pueden planificar las más diversas actividades educativas teniendo siempre en cuenta los intereses y necesidades de sus hijos. Estas actividades pueden incluir lectura de libros con análisis e interpretación de la lectura, juegos educativos de mesa o de conocimientos, visitas a museos, bibliotecas, exposiciones, conferencias y talleres, etc. y exploraciones al aire libre.

Además de enfocarse en el ámbito académico, la educación en familia debe propiciar enseñar habilidades prácticas de la vida diaria. Se pueden enseñar a cocinar, limpiar, hacer la compra o reparar objetos en casa. Estas actividades pueden ser divertidas y útiles al mismo tiempo, y ayudan a los niños a adquirir habilidades y responsabilidades que serán útiles en su vida adulta.

La creatividad y la expresión artística son otro aspecto importante a desarrollar como parte de la educación en familia. Se pueden prever y organizar actividades para pintar, dibujar, escribir o tocar un instrumento musical juntos. Esto ayuda a los niños a desarrollar su creatividad, expresión artística y autoexpresión.

Planificar actividades recreativas

actividades en familia

De igual manera, los padres pueden planificar aquellas actividades recreativas que mejor se adapten a los intereses y necesidades de sus hijos. Estas actividades pueden incluir juegos y actividades físicas al aire libre, visitas a instalaciones recreativas, y excursiones con o sin acampada.

Monitorear el progreso del niño

Es sumamente importante monitorear el progreso del niño de la manera más conveniente e ir ajustando el plan adoptado según sea necesario. Los padres pueden utilizar diferentes tipos de pruebas y evaluaciones para medir el progreso del niño y determinar las áreas que necesitan mejorar y aquellas cuyo desarrollo deben potenciar para aprovechar determinadas capacidades que detecten en sus hijos.

Conclusiones

Educar en familia es una forma valiosa y una oportunidad excepcional de trasmitir y afianzar conocimientos, habilidades académicas básicas, habilidades sociales, emocionales, valores y y actitudes positivas, estrechar y fortalecer los lazos afectivos y familiares que pueden ayudar a mejorar el desarrollo personal y académico de sus hijos.

Para ello es preciso fomentar una comunicación efectiva en el seno familiar porque ayuda a mejorar las relaciones entre sus miembros, a prevenir o resolver conflictos familiares y a promover un ambiente familiar más saludable y armonioso. ¿Cómo? Propiciando la creación de espacios para hablar e intercambiar ideas y opiniones sobre temas relacionados con la familia y cada uno de sus miembros, practicando la escucha activa en cada una de las conversaciones e intercambios de opiniones, siendo respetuosos y pacientes, honestos y transparentes, intentando resolver cualquier conflicto de manera pacífica y constructiva y haciendo que toda la comunicación sea divertida.

Pero mucho antes, los padres se deben haber sentado a planear (con una perspectiva estratégica y no a modo de plan operativo para algo en concreto) qué objetivos quieren conseguir en la educación de sus hijos, qué acciones deberán realizar para llegar a alcanzar esos objetivos y metas que han adoptado y chequear la ejecución del plan periódicamente para hacer los ajustes que se requieran.

A partir de entonces deben organizar sus vidas en función de cumplir lo que han planeado. Ello presupone crear un ambiente armonioso en el hogar, que trasmita paz, un ambiente apto para el máximo disfrute, pero también para el aprendizaje, capaz de generar sentimientos de placer al llegar casa. Deberán organizar actividades educativas y recreativas conjuntas para propiciar las oportunidades de interacción familiar en las que deberán trasmitir conocimientos, habilidades, valores y actitudes positivas a sus hijos

Finalmente, deberán monitorear el progreso de sus hijos para adecuar el plan a las necesidades concretas que vayan surgiendo, reforzar los puntos débiles y potenciar las capacidades excepcionales que puedan detectar en los hijos. No es una tarea sencilla, todo lo contrario, es bastante compleja, pero con mucho esfuerzo, dedicación y entrega, se puede conseguir.

Y bueno, ¿crees tú que la educación en familia es realmente tan importante? ¿Crees que merece la pena tanto esfuerzo, dedicación y entrega? ¿Qué estilo de crianza te parece más adecuado para lograrlo? ¡Ayúdame a mejorar este blog y déjame tu opinión en los comentarios! ¡Muchas gracias!

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